La distancia no fue un obstáculo para recuperar mi seguridad
Testimonial Injerto Capilar ¿Quieres leer un testimonial?
¿Qué pasa cuando tienes las ganas de hacer realidad un sueño, pero tu único y más grande obstáculo es la distancia? ¡Lo superas! si es necesario ir al fin del mundo para hacerlo realidad, pues voy.
Hola, soy Luis Enrique Jiménez Briseño, soy de Costa Rica y a pesar de que hay casi tres mil kilómetros de distancia de mi país a México, no fue un impedimento para realizarme un trasplante capilar con la técnica FUE en la clínica DrEO.
Mi intervención fue a finales de mayo de 2017; es decir, ya tengo un poco más de un año con el tratamiento, y no puedo estar más contento con lo mucho que ha valido la pena cada centavo invertido y cada kilómetro recorrido.
Yo soy médico de profesión y por lo tanto tenía expectativas altas de cómo tiene que ser el procedimiento y el trato que, como ahora paciente, debía tener. Sabía lo que quería y también conocía un poco de los detalles.
Mi pérdida de cabello implicó insatisfacción en mi imagen, sabía que tenía que hacer algo al respecto porque no me sentía cómodo, así que comencé a buscar las mejores opciones, no solo en mi país sino en cualquier parte del mundo.
Un trotamundos en busca de un sueño: Testimonial Injerto Capilar
En esta búsqueda por mejorar mi apariencia y sentirme satisfecho con mi propia imagen, llegué a Estados Unidos en busca de una solución definitiva, la verdad es que nunca se me ha complicado viajar y si encuentro la solución a mi problema del otro lado del mundo, no me importa lo que tenga que recorrer.
Por esta razón, previamente ya me había realizado otro trasplante capilar tres años atrás en Estados Unidos e inicialmente estaba contento con ese primer trasplante, pero tengo que reconocer que sí habían algunas zonas que no quedaron totalmente cubiertas.
Al no estar completamente satisfecho con los resultados que obtuve en esa primera intervención, decidí hacer nuevas averiguaciones y contactar algunos centros, no me importaba que estuviera en América, Europa, Asia o en mi propio país y fue la clínica DrEO en México la que me contestó más rápido.
Renovar mi imagen, reestablecer mi seguridad, confianza e identidad son solo algunas de las cosas que quería recuperar una vez que tuviera cabello nuevo. Independientemente de cómo te concibas, para mí el cabello representa una parte de mi personalidad y no me podía hacer a la idea de perderlo completamente.
Atención sin límites
Al principio con el primer trasplante en Estados Unidos me fue bien; sin embargo, aún estaba un 50 o 60 por ciento a gusto y sabía que algo me hacía falta, por lo que decidí darme otra oportunidad en Ciudad de México.
Desde el principio el contacto que tuve con el personal de la clínica DrEO fue muy fluido a través de whatsapp, correo electrónico, todas las dudas me las aclararon, así que decidí viajar a México y realizarme el trasplante. La atención siempre fue muy buena y todo el personal muy profesional.
Una vez en México, el día del procedimiento llegó, y como de costumbre la atención en la clínica fue de primera. Fueron muy claros al explicarme cada paso de la cirugía, e incluso haciendo la comparación de la primera intervención que me hice en Estados Unidos, hubo detalles que el doctor sacó a la luz, para explicarme que esta vez sería un poco distinto con tal de tener los mejores resultados.
Al final, esa explicación valió completamente la pena, porque me ayudaron muchísimo para los cuidados posteriores y que mis resultados fueran exactamente los que esperaba, considerando las fallas y deficiencias de la primera intervención.
Regresé luego a Costa Rica después de estar unos días en Ciudad de México, y el contacto con el personal se mantuvo sin interrupciones para el proceso de seguimiento y la evolución del procedimiento. Todo salió perfectamente bien.
¿Y los resultados?
Los resultados finales fueron mejores de los esperaba y he tenido la oportunidad de recomendar a varias personas que me han preguntado. Honestamente he estado muy contento con mi nuevo aspecto y me demuestra que valió la pena toda la travesía.
Creo completamente que cuando te apasiona lo que haces, no tienes limitaciones para dar todo tu potencial, y esto es lo que hacen clínica DrEO, dan más de su cien por ciento no solo para dejar al cliente satisfecho, sino porque están identificados y comprometidos con mejorar la calidad de vida de los pacientes que llegan a sus manos.
Por esta razón, recomiendo ampliamente la clínica porque no solo estoy muy contento con los resultados, sino que he encontrado en ellos una familia que se apoya y apoya incondicionalmente a cada persona que llega con ellos. Mi experiencia ha sido cien por ciento positiva.
